EL GÉNERO
La
perspectiva de género.
La
perspectiva de género está basada en la teoría de género y se inscribe en el
paradigma
Teórico histórico-crítico2 y en el
paradigma cultura del feminismo.
El
análisis de género es la síntesis entre la teoría de género y la llamada
perspectiva de
Género
derivada de la concepción feminista del mundo y de la vida. Esta perspectiva se
Estructura
a partir de la ética y conduce a una filosofía posthumanista, por su
crítica de la
Concepción
androcéntrica de humanidad que dejó fuera a la mitad del género humano: a las
Mujeres.
La
perspectiva de género tiene como uno de sus fines contribuir a la construcción
subjetiva y social de una nueva configuración a partir de la re significación
de la historia, la sociedad, la cultura y la política desde las mujeres y con
las mujeres.
Esta
perspectiva reconoce la diversidad de géneros y la existencia de las mujeres y
los hombres, como un principio esencial en la construcción de una humanidad
diversa y democrática.
Una
humanidad diversa democrática requiere que mujeres y hombres seamos diferentes
de quienes hemos sido, para ser reconocidos en la diversidad y vivir en la
democracia genérica.
La
visión de género feminista permite establecer correlaciones entre las
posibilidades de vida de mujeres y hombres y los tipos de sociedad, las épocas
históricas, la diversidad cultural y los modelos de desarrollo en que viven.
El
análisis de género feminista es detractor del orden patriarcal, contiene de
manera explícita una crítica a los aspectos nocivos, destructivos, opresivos y
enajenantes que se producen por la organización social basada en la
desigualdad, la injusticia y la jerarquización política de las personas basada
en el género.
La
perspectiva de género expresa las aspiraciones de las mujeres y sus acciones
para salir de la enajenación para actuar cada una como un ser-para-sí y,
al hacerlo, enfrentar la opresión, mejorar sus condiciones de vida, ocuparse de
sí misma y convertirse por esa vía en protagonista de su vida.
La
perspectiva de género exige además nuevos conocimientos. Irrita a quienes no quieren
aprender, estudiar y hacer esfuerzos intelectuales, a quienes quieren todo
facilito, simple y esquemático. Como exige pensar de otra manera y desarrollar
comportamientos distintos y un nuevo sentido de la vida, choca también la
perspectiva de género con quienes creen que es una técnica o una herramienta
para hacer su trabajo, un requisito y nada más.
Molesta,
indudablemente, a quienes piensan que la perspectiva de género no les toca: que
deben modificarse las mujeres objeto de los análisis o de las políticas. Se
equivocan. Estas perspectiva exige de mujeres y hombres, toda la puesta en
movimiento y cambios personales, íntimos y vitales que no son aceptados por
muchas personas que hoy usan el género como si fuera una herramienta técnica,
neutra y edulcorable.
La
perspectiva de género no es una ideología más, ni un análisis endosable a las concepciones
previas. Si somos personas conservadoras, pone en crisis toda nuestra concepción
del mundo, nuestros valores, nuestros modos de vida, y la legitimidad del mundo
patriarcal. En cambio, si somos mujeres y hombres en transición, democráticos y
alternativos, encontramos en esta perspectiva los argumentos y los
conocimientos para convalidar discrepancias y alternativas, y además para
aprender. Las acciones y las propuestas que hoy sintetiza la perspectiva de
género han hecho que biografías y etnografías no vuelvan a ser las mismas
debido a su metodología deconstructiva y creativa.
Teoría de género y perspectiva de género
El
género es más que una categoría, es una teoría amplia que abarca categorías, hipótesis,
interpretaciones y conocimientos relativos al conjunto de fenómenos históricos construidos
en torno al sexo. El género está
presente en el mundo, en las sociedades, en los sujetos sociales, en sus
relaciones, en la política y en la cultura.
El
género es la categoría correspondiente al orden sociocultural configurado sobre
la base de la sexualidad: la sexualidad a su vez definida y significada
históricamente por el orden genérico.
El
género es una construcción simbólica y contiene el conjunto de atributos
asignados a las personas a partir del sexo9. Se trata de características
biológicas, físicas, económicas, sociales, psicológicas, eróticas, jurídicas, políticas
y culturales.
El
género implica:
–
Las actividades y las creaciones del sujeto.
–
La intelectualidad y la afectividad, los lenguajes, las
concepciones, los valores, el imaginario y las fantasías, el deseo del sujeto,
la subjetividad del sujeto.
–
La identidad del sujeto o auto identidad en tanto ser de
género: percepción de sí, de
su
corporalidad, de sus acciones, sentido del Yo, sentido de pertenencia, de semejanza,
de diferencia, de unicidad, estado de la existencia en el mundo.
–
Los bienes del sujeto: materiales y simbólicos, recursos
vitales, espacio y lugar en el mundo.
–
El poder del sujeto
– El sentido de
la vida y los límites del sujeto.
La
sexualidad, materia del género, es el conjunto de experiencias humanas
atribuidas al sexo y definidas por la diferencia sexual y la significación que
de ella se hace. Constituye a las personas y las adscribe a grupos
bio-socio-psico-culturales genéricos y a condiciones de vida predeterminadas
que a su vez condicionan sus posibilidades y sus potencialidades
vitales.
La sexualidad, condensada
en el género define:
–
Los grupos genéricos.
–
Los sujetos particulares: las mujeres y los hombres.
–
Las relaciones sociales definidas en torno al sexo por edades;
es decir, las relaciones de género concebidas también de propiedad de bienes y
recursos y de la riqueza.
– Las
instituciones privadas y públicas, económicas y sociales, jurídicas y
políticas.
–
La cultura: los símbolos y las representaciones, el imaginario
y las fantasías, las concepciones del mundo y de la vida, de cada acontecer;
las maneras de pensar y los pensamientos, así como la afectividad; los
lenguajes corporales, verbales, escritos y sus correspondientes sustratos.
– La vida de
principio a fin de cada persona.
La
perspectiva de género y los mitos fundantes
La
perspectiva de género derrumba la concepción liberal e idealista que avala la creencia
en que la igualdad entre los sexos establecidos en la ley y proclamados en
diversos mitos culturales, corresponde con lo que sucede socialmente día a día.
Desde la perspectiva de género es posible comprender que las leyes, las normas
y los mitos culturales expresan de diversas forman hechos parcialmente
existentes, hechos de eras pasadas o hechos utópicos, que plasman necesidades y
deseos de igualdad, reprimidos o subordinados. La dialéctica consiste en que al
expresarlos imaginariamente, como si ocurrieran en el mundo, sin que sean
experiencia ni práctica de vida, son trasladados al reino de lo inexistente.
Con la perspectiva de género es posible saber cómo se
construyen día a día, institucional e informalmente, el machismo, la violencia
o la increíble capacidad de tolerancia y respuesta de las mujeres a la miseria
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