sábado, 4 de abril de 2015

LA SEXUALIDAD Y EL VINCULO AMOROSO

LA SEXUALIDAD Y EL VINCULO AMOROSO (Lugar Editorial)

 Autor : Yako Roman Adissi

"RESUMEN"



INTRODUCCIÓN:


                   

El objetivo de este escrito es intentar
comprender el significado 
y los desarrollos de la dinámica sexual
en la evolución 
del sujeto humano, y la participación que tiene 
en el desarrollo del vínculo amoroso.




La sexualidad debe entenderse, entonces, como una manifestación de la pulsionalidad tal como lo destaca Freud en su obra, lo que le ha permitido descubrir la sexualidad infantil y su incidencia en el desarrollo psíquico normal y patológico.

Pulsión es un concepto cualificador porque indica                   
 que la pulsionalidad sexual en el hombre,
 a diferencia de otras especies animales,
 posibilita que no solo el objeto generador de placer,
 sino que la direccionalidad sexual puede variar 
adquiriendo características singulares en cada individuo. 
El concepto de pulsión se entronca con el deseo
. Para que el cumplimiento del deseo se produzca, 
es el encuentro con el  otro.


Diversamente, las pulsiones sexuales, al deslindarse del objeto cuya singularidad es reconstruida en las diferentes etapas evolutivas de la vida del hombre, están instaladas
 en un psiquismo cuya particularidad es transformar tiempo, es decir relaciones significativas 
con el mundo, en realidad subjetiva, o dicho de otra manera, en dimensiones psíquicas.


Si la carencia del objeto pueden crear una perturbación en el equilibrio del individuo animal, es porque su desarrollo depende de la fuerza e integridad del instinto; similarmente en el  hombre, la presencia de la pulsionalidad sexual no elaborada, no comprendida en toda su dimensión estructurante y significativa, transforma al individuo humano patologizando sus conductas, distorsionando así su conciencia de mismidad. 


 ¿Por qué la sexualidad es un tabú?







Admitir que la pulsión sexual anida en las potenciales capacidades de socialización de los hombres conduciría a estos a la elaboración de los deseos de poder, dirección de cuño infantil y narcisista cuyos escollos se observan diariamente en las contiendas entre los pueblos, entre distintas culturas.


A los hombres que no han trascendido
su propia individualidad por haber quedado                         
 adheridos a su narcisismo infantil,
 la alteración le es ajena y extraña y 
ello inhibe la movilización hacia un
 proceso de integración y metabolización 
de las diferencias que es siempre vivido
 como desequilibrante.

El contacto con la historia de la humanidad nos muestra que las luchas que acontecen en la actualidad no son nada más que reediciones  de otras similares ocurridas en el pasado obedeciendo a la dificultad que tiene el hombre de renunciar a lo que alguna vez poseyó y que, reencuentra en otros objetos y situaciones que metaforizan aquellos originales que la cultura le obligó a abandonar.

Nos animamos a expresar que el peligro que se cierne sobre el futuro de la humanidad es que el hombre transforme su cualitativa sujeción a la metáfora, como expresión de los distintos mundos de sentido que puede habitar, en sumisión a la alucinación delirante que es consecuencia de la transformación regresiva de su capacidad para acceder a los símbolos.

Intentaremos comprender, luego de lo expuesto, por qué la pulsión sexual, que proporciona las más intensas satisfacciones, ha dado lugar a tanta imaginería fantasmagórica con su secuela en la creación de tabúes y prohibiciones.



Distintas concepciones de la sexualidad.







Han existido civilizaciones que honraban la experiencia sexual como el bien supremo de la vida y como vehículo místico  en oposición a la concepción obscena y secreta que la cultura judeo-cristiana ha condicionado.

Los hombres libres del tabú sexofóbico no solo concebían a la sexualidad como algo intrínsecamente divino y milagroso sino también como vehículo de experiencias místicas, como una vía para llegar al éxtasis, una manera de liberarse de la conciencia de sí y confundirse con el universo, lo que nos indica por que la satisfacción sexual es vivida como una experiencia magnifica.

Se ha dicho que la libertad erótica llevo a la civilización helénica a la homosexualidad, pero ello no ocurrió en otras civilizaciones eróticamente más libres aun.


La civilización helénica consideraba                                
 a la sexualidad no solo como un
 impulso humano, sino como un
 fenómeno milagroso, como la
 manifestación de una divinidad 
profundamente buena y benéfica 
que permitía luchar contra las fuerzas 
disolutorias del dolor, la enfermedad y la muerte.


          

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De la misma manera la civilización

 etrusca (primer milenio a.c) tenía gran libertad erótica.
 Era un pueblo que reconocía a la mujer una posición 
moral y social muy elevada. A diferencia de los griegos
 y los romanos de la república quienes solo permitían
a las heteras y a las mujeres 
muy mundanas participar en los banquetes.



Durante la época imperial en Roma afluyeron numerosos cultos orientales que tenían un carácter místico-sexual.El que en Roma los cultos manifestaran la tendencia a hacerse excesivos y violentos era producto del conflicto entre la tradición republicana y militarista de fondo sexofóbico.

La leyenda sagrada de krishna nos contacta con las aventuras amorosas del Dios con las hermosas hijas de los pastores entre los cuales transcurre su juventud.



Los niños de las civilizaciones mencionadas y otras similares eran educados en esta libertad sexual al admitir las manifestaciones protosexuales infantiles; apoyaban en los juegos infantiles el hábito de “jugar al amor”, es decir, imitar al galanteo y el acto carnal.

Al igual que los niños africanos no experimentaban vergüenza y sorpresa por las manifestaciones sexuales porque no se le escondía nada de lo que querían saber.

Entre los mossi nos dice Delobsom que el adulterio esta difundido. Una mujer casada puede visitar por algunos días a su amante sin que su marido ni la esposa del amante se opongan, muy por el contrario era habitual que esta ultima le hiciese un regalo.

Algunas de estas poblaciones inmunes a las prevenciones antisexuales tenían lo que llamaban “casa de la juventud” , una construcción en el centro de la aldea donde al comienzo de la pubertad o algunos años antes los niños y niñas pasaban la noche juntos.

       
                                                


En las culturas polinesias sexualmente libres no existía prácticamente la prostitución, quizás debido a la libertad erótica  y a la elevación social de la mujer.

Creemos que es importante valorar que estas culturas primitivas o paganas han encontrado una solución vitalista al problema erótico en contraposición a nuestra cultura donde prevalece una solución fóbica y penitencial, tal como lo destaca el mencionado libro de De Marchi.

Entendemos, entonces, por sexofobia, según la concepción de De Marchi- no un cuadro patológico sino la manifestación de una valencia cualitativa a la tan controvertida sexualidad.
  


La ética sexofóbica y su evolución


Etimológicamente “ética” deriva del griego ethikos,  designando lo relativo a la moral, al carácter y a la manera de ser, es decir, a las costumbres y es con este último significado que se lo relaciona con la moral 

Aristóteles al diferenciar las virtudes éticas  de las dianoeticas, indicaba que el término 
ético es tomado en un sentido “adjetivo”,porque se trataba de saber si una acción,
 una cualidad, una virtud o un modo de sereran o no éticos. “las virtudes éticas, son para 


Aristóteles aquellas que se desenvuelven en la

 práctica y que van encaminadas a la consecución 
de un fin, en tanto que las dianoéticas son las 
virtudes propiamente intelectuales”.

En este sentido nos animamos a sostener que la ética es una cualidad del yo que se despliega al abrigo de la consciencia de reciprocidad.

Nos interesa comunicar que el vocablo “moral” deriva del latín mos  que se traduce como “uso, costumbre, manera de vivir” ; pero también designa propiamente al “deseo y capricho”. Uno de sus derivados es el vocablo “morigerar” cuyo sinónimo es “condescender” o “dar gusto alguno”

Destacamos la acepción que relaciona el vocablo “moral” con “deseo y capricho”  porque el concepto de deseo inconsciente, desde la concepción que sostiene el psicoanálisis, indica el restablecimiento de los signos ligados a la primera experiencia de satisfacción .





Si asociamos  los significados que describimos con relación a deseo y capricho entrevemos que la moral actúa, desde la intimidad de la vida anímica de los sujetos, con las características que son inherentes a la fuerza pulsional que, en este proceso, esta viabilizada por el deseo de reconocimiento y sostén emocional porque de ello depende el equilibrio somato-psíquico de los individuos.

La clínica nos ha enseñado que a mayor prohibición mayor incremento del deseo, pero de un deseo que anida en el temor y en la patogenia, deseo del que no se puede escapar y que queda reificado en conductas enfermizas.

La sexualidad unida a la sensibilidad, motivada por las grandes expresiones artísticas dio nacimiento al amor, la inteligencia, la creatividad, la capacidad de reciprocidad, el deseo, los sentimientos y la voluntad- que contribuyo a rescatar a la mujer del lunar denigrado y agresivo, conduciendo a la sexualidad por los caminos de la transformación sublimatoria de lo puramente instintivo.

La libertad y el amor son creaciones humanas y por ello manifestación del desarrollo cultural. Es en este sentido que sostenemos que el amor no es un sentimiento sino una inteligencia que comprende y acepta la presencia del otro como necesaria para su propio desarrollo y una voluntad que realiza aquello que la inteligencia comprende.





La comprensión del proceso amoroso como una adquisición cultural del hombre directamente relacionada con la constitución de la subjetividad, despierta la conciencia de la íntima necesidad del otro como móvil para su autorrealización

El amor se nutre fundamentalmente de una inteligencia que comprende valores y una voluntad que las realiza acompañada de afectos que pueden tener alternativamente valencia positiva o negativa, porque en él lo que importa es el proceso de desarrollo y complementación de dos individuales en un proyecto no solo movido por la sexualidad y el afecto sino, esencialmente, por la capacidad inteligente y sublimatoria que conduce a comprender al partenaire, es decir, a integrarlo dentro de la mismidad.

 GLOSARIO


1- Pansexualismo

Tendencia a encontrar en toda conducta una motivación sexual.

2- flirtear

conversar o tratarse [dos personas] de manera cariñosa con la intención de iniciar una relación amorosa 
superficial o duradera.

3- Aprehensión

Captación y aceptación subjetiva de un contenido de conciencia.

4- Vitalista

Que sigue la doctrina del vitalismo

5- Pulsión

En psicoanálisis, energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo.

6- Concupiscencia

En la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos.

7- Ulterior

Que está de la parte de allá de un sitio o territorio.

8- Menester

Falta o necesidad de algo.


9- Derredor

Circuito o contorno de una cosa.

10- Escisión

Extirpación de un tejido o un órgano.

11- Orgiásticos

Perteneciente o relativo a la orgía.


12- Disenso

Conformidad de las partes en disolver o dejar sin efecto el contrato u obligación entre ellas existente.

13- Pecaminosa

Perteneciente o relativo al pecado o al pecador.

14- Célibes

Dicho de una persona: Que no ha tomado estado de matrimonio. 

15- Casuística

Dicho de una disposición legal: Que rige casos especiales y no tiene aplicación genérica.

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